Mujeres presas en Santa Martha Acatitla se rehabilitan contra adicciones en la cárcel
Socialmente la cárcel es uno de los sitios más
temidos y aberrantes. Las descripciones de lo que pasa adentro atemorizan o
incluso indignan por el grado de violencia e insensibilidad con el que se
supone viven los presos día a día.
Sin embargo, en el Centro Femenil de
Readaptación Social (CFRS) Santa Martha Acatitla en la Ciudad de México, existe
un programa antidrogas que le ha cambiado la vida a decenas de presas cuando
todo parecía que en su vida no había salidas posibles.
Programa contra adicciones de drogas
Las drogas han sido la causa por la que
algunas mujeres han perdido su libertad y paradójicamente, fue en prisión en
donde encontraron la solución a sus adicciones y con esto le dieron un vuelco
positivo a sus aspiraciones y a su autoestima personal.
Con el programa de Desintoxicación y
Rehabilitación para Internas que se ofrece al interior del penal, se da “un
tratamiento de recuperación de adicciones a sustancias psicoactivas en donde
las adictas en condición de reclusión cuentan con ayuda integral, profesional y
gratuita para lograr su desarrollo y completa reinserción social”, explica la
Licenciada Bertha Mejía, Directora de Monte Fénix que junto con las Clínicas
Claider, son las instituciones encargadas de aplicar este programa.
Con esta línea de trabajo, el 8 de mayo de
2006 Monte Fénix y Clínicas Claider designaron a un “equipo de terapeutas y
médicos experimentados en el campo de las adicciones y en colaboración con el
personal del Centro de Readaptación, comenzó a operar el modelo de tratamiento
en este penal femenil”, explica Juan Pedro Rivera, Director de Clínicas
Claider.
En este trabajo intervienen un médico
especialista en atención a adictos, una enfermera, 4 psicólogos de Monte Fénix
y 4 más del Sistema Penitenciario de Santa Martha Actatitla y un consultor en
adiciones.
Origen del programa carcelario contra
adicciones
Este programa está basado e inspirado en los
resultados obtenidos con el Female Ofender Treatment Office of Substance Abuse
Program que se aplica en los centros penitenciarios del estado de California en
los Estados Unidos.
Su creador es el Doctor David Dietch,
“especialista en temas de consumo de drogas y ha implementado programas de
tratamientos en adicciones en Grecia y Estados Unidos, además de diseñar
programas integrales de rehabilitación para presos”, comentó la Licencia Mejía.
Basados en estos modelos, el programa para la
rehabilitación de adicciones del reclusorio de Santa Martha Acatitla ha sido
uno de los primeros en México y ha tenido gran éxito en cuanto al número de
presas que se han sometido a una desintoxicación y han recuperado el control
sobre el consumo de drogas.
Resultados del Programa de Desintoxicación y
Rehabilitación de Adicciones
El Programa de Desintoxicación y Rehabilitación
de Adicciones que se aplica en el penal de Santa Martha Acatitla ha tenido muy
buenos resultados.
“Durante los dos primeros años hubo una lista
de espera de hasta 100 reclusas, lo que generó gran interés y participación en
la búsqueda para dejar las drogas”, explica Juan Pedro Rivera.
Así, del 2006 a mayo de 2012, han iniciado
este programa 577 pacientes (con 85 bajas por expulsión, 41 por decisión
voluntaria, 24 alcanzaron su libertad y 14 por traslados a otros penales), de
las cuales 413 han terminado con éxito la primera etapa de recuperación, que
consiste en un aislamiento total durante 90 días para lograr una
desintoxicación plena, valoraciones médicas constantes y un trabajo
psicoterapéutico integral.
En palabras de Bertha Mejía, "en esta
primera etapa se busca promover la reflexión y meditación para crear conciencia
de la enfermedad, al mismo tiempo que se ofrecen herramientas para iniciar un
proceso de recuperación de planes de vida y objetivos personales".
Una vez superada la primera etapa, de las 413
mujeres que terminaron la fase inicial 128 internas han concluido con éxito la
segunda fase (donde se presentaron 63 bajas por traslados, 45 recaídas y 177
presas alcanzaron su libertad) y ya son capaces de realizar actividades
cotidianas dentro del penal pero con un seguimiento profesional para prevenir
recaídas.
“En esta segunda etapa, el programa ayuda a la
paciente a recuperar su vida cotidiana, aprende herramientas para identificar y
manejar situaciones de alto riesgo para prevenir recaídas y aplican un proyecto
de vida que incluye capacitación laboral y actividades que dignifican su
persona y su existencia”, asegura el Director de las Clínicas Claider.
Cabe destacar que se han contabilizado tan
solo 45 recaídas una vez terminado el proceso, “una cifra que está por debajo
de los estándares internacionales permitidos que es del 10% en programas contra
adicciones”, afirma la Licenciada Mejía.
Trabajo comunitario para dejar de consumir
drogas
Pero más allá de estos resultados, el
verdadero éxito de este programa antidrogas radica en el efecto positivo que
provoca en la vida de las internas.
“Brindar un tratamiento profesional de
recuperación de adicciones permite al adicto la posibilidad de rescatar las
potencialidades y valores personales; es decir, recuperar todo aquello que ha
sido desplazado por el consumo de drogas y que ha impactado todas las áreas de
su vida”, dice Juan Pedro Rivera.
Por su parte, el coordinador del Instituto
para la Atención y Prevención de Adicciones en la Ciudad de México (IAPA),
Octavio Espinosa Cabrera, trasciende estos beneficios al plano social, ya que
ayuda a romper con la estigmatización y el abandono que sufren las mujeres
presas, lo que a la larga puede ser un factor detonante de las adicciones a
drogas.
“El apoyo de las mismas internas es fundamental,
la mujer en prisión es abandonada, es relegada por la pareja, por los hijos,
entonces viven solas y estas mismas internas que han estado en tratamiento se
han convertido en la red de apoyo de muchas internas” resaltó el funcionario.
De esta forma, con el programa contra las
adicciones implementado por Monte Fénix y Clínicas Claider en el penal de Santa
Martha Acatitla, las internas han podido superar el otro encierro que significa
el consumo de drogas y liberar su mente y su cuerpo para mejorar su calidad de
vida aún estando en prisión.