La gran CDMX también guarda una gran biodiversidad y ecosistemas


A pesar de lo que podría pensarse por su extensión y por ser la zona urbana más grande del país, la Ciudad de México posee una biodiversidad relevante a nivel nacional. Esta riqueza biológica  incluye una gran variedad de animales, plantas, hongos y otros organismos.  

¿Te imaginas un tigre dientes de sable o un perezoso gigante caminando por lo que conocemos hoy como el Centro Histórico de la ciudad? Con base en evidencias del registro fósil, se confirmó la existencia de animales como éstos que habitaron hace miles de años. Además, se han encontrado restos fósiles de leones americanos, primates, aves rapaces, armadillos, mastodontes, osos, tapires, camellos, pavos o lobos, entre otros.

Hace unos 2 millones de años, en nuestra ciudad habitaron animales acuáticos como moluscos, ostras, peces y anfibios como ajolotes, ranas y sapos, lo que confirma que lagos como el de Tláhuac eran de agua dulce con existencia de manantiales. 

Abundaban extensos bosques de pinos y encinos, el clima era más frío que en la actualidad y se podían encontrar mamíferos de gran tamaño que pesaban a partir de 100 kg, como bisontes, berrendos y mamuts.

Aunque la CDMX ha pasado por numerosos cambios hasta llegar a su estado actual, y muchos de estos seres vivos se encuentran ya extintos, todavía alberga una gran variedad de animales, como el gato montés, colibríes, tecolotes, murciélagos, el charal mexclapique, el gorrión serrano, el conejo teporingo, la ranita del Pedregal, la tarántula chilanga, pelícanos y garzas, entre otros. Muchas de ellas se encuentran en la ciudad de manera exclusiva.

Los animales son seres vivos fundamentales para el funcionamiento adecuado de un ecosistema. Por ejemplo, de modo general, las aves y algunos murciélagos polinizan las flores y dispersan las semillas de los frutos; las ranas y las lagartijas son controladoras de plagas y enfermedades, ya que pueden comer cientos de ellos en una sola noche; las aves de rapiña y las serpientes son las encargadas de evitar que existan plagas de animales más grandes, como roedores.

Pero no sólo los de gran tamaño son importantes, sino también los que no podemos ver a simple vista, como los insectos, lombrices de tierra, los acociles, caracoles, pulgas de agua y arañas. Todos ellos cumplen funciones muy importantes en el ecosistema, pues algunos son formadores de suelo, depredadores, polinizadores y desintegradores de materia orgánica.

¿Te das cuenta? Todos los animales son valiosos por el simple hecho de existir, y una de las maneras más sencillas de conocer algunos de ellos es visitando un zoológico y conocer los proyectos de conservación, reproducción y reintroducción de especies en peligro de extinción que llevan a cabo.


Este 4 de octubre, Día Mundial de los Animales, regálate tiempo y visita un Zoológico en la CDMX. Aprenderás muchísimo y apoyarás la conservación de las especies.

(Con información de Sedema CDMX)

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