Política migratoria de Donald Trump es una historia de Hollywood
MURO FRONTERIZO, POLÍTICA MIGRATORIA DE DONALD TRUMP |
Hace unos años, el senador McLaughlin proponía como eje de su campaña de reelección una cerca electrificada en la frontera con México para no permitir que pasaran los migrantes ilegales, pero además tenía toda una estructura paramilitar que literalmente cazaban a las personas que cruzaban por el desierto de Texas, algo de lo que este político se sentía muy orgulloso.
El senador McLaughlin despotricaba contra los migrantes y en especial de los mexicanos, los llamaba “parásitos” que contaminaban todo; que eran un “plaga” que había que erradicar y que para eso estaba él y su equipo, para devolver la tranquilidad a los estadounidenses.
Suena en parte muy parecido a las propuestas del muro fronterizo que quiere construir Trump y a su discurso racista y discriminatorio contra México y los mexicanos que están de manera ilegal en los Estados Unidos, la diferencia es que el senador McLaughlin es el protagonista de una película llamada Machete (2010), dirigida por Robert Rodríguez y Ethan Maniquis.
McLaughlin es personificado por Robert De Niro en esta cinta, que la podría catalogar como una parodia de la visión “nacionalista” y de negocios sucios que impera en muchas buenas consciencias de la política estadounidense; pero además, de la doble moral con la que pueden actuar algunos poderosos para sacar el mayor beneficio de su condición.
Además de De Niro, actúan Danny Trejo, Steven Seagal, Michelle Rodriguez, Lindsay Lohan y Jessica Alba, entre otros, pero la trama se centra en la lucha migratoria, los migrantes y esta propuesta de cerrar la frontera con México.
Pero en este caso, la propuesta, los recursos y la presión para construir la cerca electrificada viene sorprendentemente del narcotraficante mexicano más poderosos llamado Torres (Steven Seagal), que impulsa a McLaughlin a proponer esto con el fin de tener un control absoluto de la frontera y no dejar pasar droga, personas o armas que no le pertenezcan o que le signifiquen alguna ganancia.
Y entonces, la propuesta de Trump de construir el muro fronterizo para frenar la llegada de migrantes, de drogas y el intercambio de armas y mercancías ilegales, es muy parecida a la del honorable senador McLaughlin y como sucede con el actual presidente de los Estados Unidos, parece una visión nacionalistas pero en la cinta el trasfondo es muy perverso, que incluye negocios sucios y altos beneficios para ciertos grupos ligados al poder.
Ahora que Trump ha declarado públicamente que su idea del muro fronterizo no se ha modificado y que aparte pretende lo pague México, esta cinta es como algo premonitorio de los interés ocultos que pueden estar detrás de esta propuesta y de por qué sigue en pie y del hecho de que muy pocos políticos o empresarios –es decir, la clase en el poder- se han opuesto a su realización.
En caso de que se construya, ¿podrá controla el tráfico de drogas como lo asegura Trump? Yo lo dudo mucho y al contrario, será una especie de juego económico, ya que en un principio comenzarán a escasear en los Estados Unidos, subirá su precio en el mercado y habrá muchos beneficiados por esto.
La ley de la oferta y la demanda, pero entonces ¿quiénes saldrían perdiendo? Solo los adictos, quienes tendrían que pagar más por la droga y esto será un negocio redondo donde habrá muchos interesados en jugar este juego, incluyendo todas las organizaciones oficiales encargadas de combatir al narcotráfico; una gran paradoja.
Y como sucede en la cinta, en lugar de reducir el poder de los cárteles, seguramente va a fortalecer a uno, dos o tres grupos. Por eso la política migratoria de Trump parece una historia de Hollywood, pero la realidad es que algo muy perverso –más allá de lo social y humano- debe de contener sus propuestas que seguramente van a beneficiar –supongamos que de manera “involuntaria”- a ciertos grupos que no tenemos posibilidad de ver a simple vista, de otra manera, estas propuestas solo serían posibles en un guion de una película.