Los cárteles mexicanos de emporios de la droga a grupos terroristas
Los últimos acontecimientos en México respecto a la violencia y la forma en que actuaron los grupos criminales, han puesto al país en el ojo mundial y no solo por lo espectacular de la noticia de la detención fallida de Ovidio Guzmán, sino por la crueldad con que pueden actuar estos grupos en contra de cualquier persona.
Sobre todo en el caso de la familia LeBarón, donde según el gobierno el grupo de sicarios de La Línea fue el culpable de la matanza de nueve personas miembros de esta comunidad mormona en los límites de Sonora y Chihuahua. Este caso le ha dado la vuelta al mundo y ha desconcertado literalmente a los Estados Unidos.
Esto por dos situaciones particulares: los LeBarón tiene nacionalidad estadounidense y porque Donald Trump levantó la voz para ofrecer ayuda a México para combatir a los cárteles y a los grupos criminales. Además, el presidente de los Estados Unidos aseguró que la violencia en nuestro país, le da la razón en la imperiosa necesidad de construir un muro fronterizo, uno de sus grandes sueños.
Pero no solo es él quien quiere mandar a los marines y efectivos del ejército de los Estados Unidos a suelo mexicano a “cooperar” con las fuerzas mexicanas, en el Congreso de ese país también hay indicios de que varios legisladores estudian la posibilidad de cambiar el estatus a los cárteles mexicanos y subirlos dos o tres escalones en la escala de peligrosidad.
Con esto, pasarían de ser unos simples proveedores de drogas –muy poderosos y con un negocio millonario- a estar en la lista de grupos terroristas que son uno de los principales objetivos en la estrategia de seguridad del gobierno estadounidense.
El subsecretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, David Glawe, señaló ante los Senadores de su país que “la violencia y el desprecio por la vida humana que muestran estas organizaciones criminales es tan brutal y espantosa como la de cualquier organización terrorista que vemos en todo el mundo”.
Esta interpretación de la realidad de lo que pasa en México es realmente interesante, ya que en la medida en que avanzó la “guerra contra el narcotráfico” y las disputas internas entre los grupos, en esa misma medida parece que se fueron especializando los grupos delictivos en tácticas militares que pasaron de estrategias de defensa al uso indiscriminado de la violencia en cualquier situación, convirtiendo a la sociedad civil en blanco de sus ataques, un hecho que por sí solo puede ser considerado de alguna forma en terrorismo.
Tal es el caso, que podemos ver “decapitaciones en cámara”, cuerpos “disueltos en ácido, cortados en pedazos y esparcidos por las carreteras. Gente inocente muerte por las calles”, dice el congresista republicano Chip Roy. Pero lo más alarmante es que asegura: “No estoy describiendo a ISIS o Al-Qaeda, sino es lo que está sucediendo en muchas partes de nuestra frontera compartida con México”.
Estas palabras resuenan muy fuerte debido a que de cierta manera nos hemos “acostumbrado” a coexistir con las tragedias y las barbaries que ha dejado esta “guerra” y la fallida estrategia de seguridad, impulsada tal vez por los Estados Unidos y con un inocente Felipe Calderón que creyó que era capaz de enfrentar a los criminales y sobre todo –pobre de él y de su retórica mesiánica- de ser el único en capaz de derrotarlos. Y estas son las consecuencias.
Pero las palabras del congresista y del subsecretario de Estado de los Estados Unidos, deben tomarse muy en serio, no son discursos vacíos ni producto del enojo, son frases bien cuidadas que seguramente llevan mucho tiempo analizando y que están a la espera del momento preciso para impulsar una ofensiva militar en México –secreta tal vez- como lo han hecho en Irak, Siria, Afganistán o Irán.
Y esto lo cambia todo, porque entonces los cárteles tendrán un frente más que atender y no se trata de cualquier cosa, será el ejército de los Estados Unidos cazándolos y todos sabemos cómo actúan sin importar “soberanías” ni fronteras. Ahora la pregunta que surge es: ¿los grupos criminales mexicanos están preparados para esto si es que llega el momento?
En cualquier escenario posible, el futuro inmediato de México en materia de seguridad se vislumbra con tonos rojizos y mucha sangre por todos lados.