Harvard probará método para combatir la COVID-19 diseñada por mexicanos

El trabajo científico en México para combatir la COVID-19 está siendo reconocido a nivel mundial y uno de estos métodos exitosos, ha sido la implementación de un tratamiento a base de  prednisona con ciclosporina A, que han puesto a prueba especialistas de la UNAM en conjunto con médicos de un hospital del ISSSTE en Puebla y que ahora la Universidad de Harvard lo adoptará.

De acuerdo a un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se trata de un estudio piloto realizado en 209 pacientes con la COVID-19 del Hospital Regional del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de Puebla, cuyos resultados mostraron una mejora en el desenlace clínico en personas con enfermedad de moderada a severa, así como una reducción de 48 por ciento de la mortalidad.

Bajo esta perspectiva y con la necesidad de dinamizar los métodos que han demostrado cierto nivel de éxito clínico para combatir la pandemia, Sigifredo Pedraza Sánchez, de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, adelantó que la mezcla formará parte de un trabajo multicéntrico que llevará a cabo Ari Moskowitz, profesor asistente de Medicina del Centro Médico Beth Israel Deaconess de UH.

“En la Universidad de Harvard probarán una estrategia implementada por especialistas mexicanos en medicina, biología y matemáticas, diseñada y utilizada hasta ahora con éxito para atender a pacientes con la COVID-19, al combinar dos medicamentos ya conocidos en el mercado”.

Método exitoso 

De esta manera, Pedraza Sánchez explicó que “se utilizaron los esteroides prednisona o prednisolona, fármacos conocidos desde la década de 1950 que reducen la respuesta inflamatoria durante la respuesta inmune, y ayudan a que los pacientes se puedan recuperar cuando la respuesta inflamatoria es muy fuerte en diferentes tipos de enfermedades”.
 
La estrategia mezcla la prednisona con ciclosporina A, un medicamento descubierto en la década de 1970 que se usa principalmente en pacientes con trasplantes de riñón, pues tiene propiedades inmunosupresoras y evita el rechazo. También se utiliza en algunas enfermedades autoinmunes para reducir la respuesta inflamatoria. “Tiene propiedades antiinflamatorias y antivirales contra otros coronavirus, que son parientes del SARS-CoV-2”, señaló el experto.
 
El estudio, encabezado por el médico internista José Luis Gálvez Romero, del ISSSTE Puebla, contó con la participación del matemático Óscar Palmeros Rojas, de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), y del biólogo en Ciencias Sigifredo Pedraza Sánchez, quien también es profesor del Taller de Biología de la FC. Los resultados fueron publicados recientemente en un artículo de la revista Journal of Internal Medicine.

Resultados positivos

La investigación que se realizó entre abril y mayo de 2020, controló sobre todo la respuesta inflamatoria, pero con la posibilidad de atacar la respuesta viral.
 
“Se analizaron 209 pacientes hospitalizados en el ISSSTE Puebla. De ellos, 104 recibieron solamente prednisona o prednisolona, mientras que 105 recibieron ese esteroide con ciclosporina A. Se hizo seguimiento a cada paciente durante 28 días y se analizó cómo era su evolución, su desenlace clínico y si había mejora o disminuía la mortalidad”, detalló Pedraza.
 
El tratamiento con esta combinación de medicamentos duró diez días en el hospital. Entre los resultados destaca que el grupo de control (al que solamente se aplicó prednisona) tuvo una mortalidad de 35 por ciento, mientras que en el segundo caso (con prednisona y ciclosporina A), se redujo a 22 por ciento.
 
El conjunto de pacientes fue de personas con la COVID-19 en sus fases moderada, severa y leve; los efectos positivos de la estrategia farmacológica fueron mejores entre quienes presentaron la enfermedad de moderada a severa.
 
“Cuando se compararon esos grupos de enfermedad moderada a severa, la mortalidad en el grupo que recibió solo esteroides fue del 48.5 por ciento, mientras que el que sumó ciclosporina A fue del 24 por ciento”, aseguró el universitario.
 
Subrayó la importancia de utilizar medicamentos conocidos (y de uso para otras enfermedades) porque se ahorra tiempo y dinero en investigarlos, toda vez que son fármacos aprobados. Al referirse a la colaboración entre instituciones y profesionistas de diferentes orígenes, estimó que es fundamental para el desarrollo de este tipo de estudios en México.

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