Menor mata a madre e hija… ¿Algo nuevo en México?
LOS MENORES EN CONFLICTO CON LA LEY |
El pasado 5 de mayo, la Procuraduría de Justicia de la
Ciudad de México (PGJCDMX), informó que detuvo a un joven de 17 años acusado de
haber matado a una mujer de 39 años y su hija de 14 dentro de su hogar, ubicado
en Diego Rivera y Ramos Millán de la Colonia San Miguel Teotongo, delegación
Iztapalapa.
El hecho llama la atención debido a que el asesinato de las
mujeres no fue un acto improvisado, ya que la PGJCDMX señaló que en el domicilio
del menor acusado, encontraron elementos que demostraban la forma en que
planearon esto.
"Encontraron una maqueta y un cuaderno de notas
cuadriculadas con el supuesto plano del departamento donde se llevó a cabo el
homicidio, así como los objetos utilizados en el ilícito", señaló
Margarita Maguey Neria, fiscal Central de Investigación para la atención de
niñas, niños y adolescentes de la Procuraduría de la CDMX.
Y aunque parece un hecho aislado, la realidad indica que los
delitos de alto impacto cometidos por menores de edad siguen aumentando en
México.
Tan solo en la Ciudad de México, 66 menores fueron
procesados por homicidio en 2014, según el Censo Nacional de Impartición de
Justicia Estatal, elaborada por la Secretaría de Gobernación y el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). A nivel nacional, los homicidios
cometidos por menores de edad sumaron 539.
Pero además, también en la CDMX otro delito muy común entre
los menores es el narcomenudeo, que de los 2 mil un casos documentados por este
censo a nivel nacional, 569 fueron cometidos en la capital del país. Le siguen
Baja California con 302, Nuevo León con 229, Durango con 108 y Chihuahua con
102.
En total, en 2014 fueron procesados en todo el país 13 960
adolescentes, en donde destacan 7 casos por ayudar a la evasión de presos, 23
por secuestro exprés y 169 por secuestro.
Es evidente que la situación de inseguridad y violencia que
impera en casi todo el país es un factor determinante para estos hechos; ¿pero
que otros elementos están impactando de forma negativa a los jóvenes en su
desarrollo?
Según José Alfredo Nateras Domínguez, investigador del
departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de México (UAM)
Iztapalapa, el origen de estos comportamientos delincuenciales se debe al
entorno familiar destructivo que viven algunos menores.
“Nuestra sociedad está siendo muy violenta, nos encontramos
en una desvalorización de la vida; seis de cada 10 adolescentes observa la
violencia en su casa, cuatro de cada 10 la padecen; entonces aquel que haya
vivido la violencia, la reproducirá después”, señala el académico.
En un dato más extenso por el tipo de población (no solo de
menores de edad), la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la
Violencia y la Delincuencia (ECOPRED) 2014 señala que el 9% de los jóvenes (de 12 a 29 años) en el país
“han ganado dinero participando en un grupo criminal”; 7.6% “se han unido a
pandillas violentas”; 6.8% “han sido arrestados”; 4.2% “han tenido armas”; 3.3%
“ha robado” y 3% “han vendido drogas”.
Estas acciones los colocan como uno de los principales
blancos de reclutamiento de los grupos criminales, que han visto a los menores
de edad como uno de los escudos perfectos para enganchar reclutas a sus filas.
Y esto tiene su lógica, no solo por el número de
adolescentes o jóvenes que por falta de oportunidades, por recursos precarios o
por el gusto de sentirse poderosos e importantes, sino por una cuestión legal
prioritaria: los menores de edad pueden salir muy rápido de la cárcel.
O peor aún, terminan su adiestramiento criminal en los
centro correccionales, en donde son muy pocas las posibilidades de que se
reinserten positivamente a la sociedad y por el contrario, existen muchas
posibilidades de que aumenten sus conductas delincuenciales.
Según el informe “Justicia para adolescentes en México” realizado
por el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC), en 2014 tan
solo el 14% de los “42 mil adolescentes infractores habían concluido su juicio,
mientras que 31 mil menores aún esperan que sus casos sean investigados.
Ante esto, InSight Crime afirma que debido a las malas
condiciones de los centros de reclusión para menores y que conviven con
criminales y pandilleros ya curtidos, los adolescentes están en “una verdadera
universidad del crimen en potencia”.
Así, entre desintegración familiar, un entorno violento y un
sistema de justicia inoperante, los delitos cometidos por menores de edad
siguen creciendo en México.