Cerveza Patito reivindica el arte de la producción artesanal en México

Cerveza Patito reivindica el arte de la producción artesanal en México


Con una propuesta novedosa llena de sabores especiales, Cerveza Patito reivindica el arte de la producción artesanal en México y se coloca como una de las productoras más exitosas en el sureste del país.

Fundada en 2015, en muy poco tiempo ha ganado un espacio en el mercado, sobre todo en Mérida y sus alrededores, en donde también han desarrollado una propuesta gastronómica con restaurantes especializados que completan este concepto, llamados Hermana República.

¿Y de dónde nace el nombre Patito? Principalmente por dos razones. Según explica Alex Méndez, chef del Restaurante Hermana República, es una referencia al concepto coloquial con que se denomina a las cosas de poca calidad, pero en sentido inverso; es decir lo “patito” además de divertido es muy bueno.

Pero la otra aseveración de la razón de su nombre –y que parece es la más acertada-, es que “así se le llama nada más a las mujeres más hermosas”, dice Méndez.


De esta manera, “Patito desconcierta, rompe esquemas y nos invita a mirar las cosas desde una nueva perspectiva: que no todo es lo que parece y que hay que disfrutar la vida, como a la buena cerveza”, señala en su sitio web.

Y agrega: “Patito lleva en su nombre la actitud que debe tener una Cerveza Independiente. Nace de la irreverencia de quien es libre, seguro de sí mismo, y la transmite con presencia y personalidad a través de una imagen sobria y elegante como su sabor”.

Según explicó Notimex, la empresa cien por ciento mexicana y particularmente yucateca, lidera el Sureste de México, “con adultos que retoman el gusto por la buena cerveza y jóvenes consumidores que la están descubriendo”.

Además, es la primera cerveza artesanal con venta en tiendas de conveniencia del norte de Mérida y en algunos puntos de la Ciudad de México y gracias a su éxito, el siguiente paso es pensar en aumentar su presencia en el territorio nacional y eventualmente consolidar la exportación de sus productos.

Actualmente cuenta con las variedades de Patito Pilsner de estilo alemán; Patito Belgian, con un estilo “Blonde Ale”; y Patito IPA, con un estilo American IPA (India Pale Ale) y sabores frutales y cítricos.

Pero su distinción está en los procesos de elaboración, los ingredientes que utilizan y el toque tradicional que hace que una cerveza sea especial.

Según explicó Alex Méndez , todos sus productos “no contienen alcoholes, se elabora por fermentación natural, tampoco se le añaden gomas ni estabilizantes y siguiendo adecuadamente los pasos de la receta y sobre todo, respetando los tiempos de fermentación, se logra un producto de calidad”.

Así, “los amantes de la cerveza decimos que una cerveza es verdadera cuando cuenta con tan sólo cuatro ingredientes: Agua, malta, lúpulo y levadura. Hay muchos productos también denominados cerveza que utilizan aditivos como vejiga de pescado, jarabe de maíz de alta fructosa, tintes de insectos, saborizantes, conservadores, cáscaras y semillas de menor calidad”, señaló el chef.

Por todo lo anterior, una buena cerveza artesanal se distingue de inmediato, a pesar de que en el mercado “las grandes compañías han inculcado a la población tomar cervezas muy ligeras, quizá con ingredientes que no son de la mejor calidad”, afirma Méndez.


Y concluye: “tomar una cerveza artesanal es regresar a los verdaderos sabores que debe tener esa cerveza y se consume menos líquido, pero de mucho mejor calidad, pues sigue recetas históricas”.

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