Hoy no circula, ¿medidas ecológicas o discriminatorias?

El Programa Hoy No Circula ya es viejo en la Ciudad de México; sin embargo, la semana pasada tuvo un nuevo impulso con la decisión del Gobierno del Distrito Federal de “homologarlo” con los estados que integran la “Megalópolis” -Estado de México, Puebla, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala y Distrito Federal- y tener nuevos parámetros para los autos según los años de uso.




Lo que ha causado más descontento social es el hecho de que coches con antigüedad de 9 a 15 años dejarán de circular  un día a la semana –como lo vienen haciendo- y dos sábados al mes en lugar de uno. Estos vehículos tendrán “holograma 1”.

Para autos con 15 años o más, tendrán “holograma 2” y dejarán de circular el día de la semana que les corresponde y todos los sábados del mes.

Los daños que causan los carros

Según el Gobierno del DF, con esta medida 560 mil  vehículos dejarán de circular todos los días en  Ciudad de México y el Estado de México. Actualmente son 270 mil autos los que no circulan diariamente.

“Es un tema de salud que se ha venido discutiendo; sabemos que hay posiciones que dicen que esto va a afectar a la gente que menos recursos tiene, pero precisamente en quien estamos pensando es en ella”, dijo Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del Distrito Federal.

Para justificar el tema de salud, la Secretaría de Salud del DF anunció que “los vehículos son responsables de 50% de las emisiones que impactan la calidad del aire y, en su caso, las altas concentraciones de ozono y partículas PM10 y PM2.5 agravan las enfermedades respiratorias y cardiovasculares. De no tomarse medidas al respecto, es posible un incremento de 70% de casos de bronquitis, 80% de neumonía y 10% de síntomas de asma en niños”.

Pero no da cifras precisas que expliquen o muestren en qué porcentaje han aumentado estas enfermedades en los últimos años. Cuántas muertes se generan por la contaminación ambiental –particularmente la de los autos- y en qué medida los ciudadanos del DF tenemos más problemas “respiratorios y cardiovasculares” en comparación con otros estados del país.

Es decir, aquí hay dudas importantes que no se fundamentan con estadísticas que nos hagan revalorar la gravedad que representa respirar el aire de la Ciudad de México.

El uso de los automóviles

Por otro lado, a finales de 2013 la UNAM presentó los resultados del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), en donde señala que “3 de cada 10 traslados se realizan en automóvil”.

En total circulan 1.2 millones de autos todos los días en el DF, según este estudio. Ahora bien, si el porcentaje de viajes realizados en vehículos particulares es tan bajo, ¿por qué se considera que solamente estos vehículos son los únicos generadores de la contaminación ambiental de la Ciudad de México?

Y a pesar de que el nuevo programa de Hoy No Circula busca regular a vehículos que funcionan con diesel,  carros oficiales, de carga federal y escolares, la medida afecta directamente a las personas que tienen “carros viejos” y que seguramente no pueden cambiarlos por falta de dinero.

Supongamos –solo supongamos- que la medida oficial tiene peso suficiente para ser considerada como una buena decisión, ya sea desde el punto de vista ecológico, de urbanismo  o de salud. Ahora pensemos en una familia de cinco o seis integrantes que tienen un auto de más de 15 años y que utiliza los fines de semana de forma regular para salir todos juntos –excluyendo el sábado que no circula, obviamente-.

Los costos colaterales

Un viaje sin auto representa para esta familia al menos $55 pesos –considerando un viaje de ida en el metro y un Microbus- para llegar a su destino. Con el regreso son más de $110 pesos, al mes $440 pesos, solamente para salir en familia un día a la semana.

De ahí que muchos sectores de la sociedad hayan visto esta medida como discriminatoria y que afecta a las familias con menores recursos. Aunado a esto, si tomamos en cuenta la calidad del servicio del transporte público en zonas alejadas, esto genera otro factor para catalogar estas modificaciones al Hoy No Circula como detonantes de quejas y molestia social.

Esto lo refuerza el estudio PUEC de movilidad citado más arriba, ya que señala que “las zonas centrales están mucho mejor servidas que la periferia, el acceso a transporte público se reduce en la periferia llevándonos a una cuestión de desigualdad”, dice el informe.

Y agrega: “el 25% de los hogares de más bajos ingresos gastan en promedio el 18% de su ingreso en trasladarse, mientras que el 25% con mayores ingresos gasta sólo el 6% de su ingreso en transporte. Paradójicamente, el grupo de ingreso más alto también tiene el 80% de los vehículos de la ciudad“.

Se intenta rescatar al medio ambiente favoreciendo la movilidad de autos nuevos y con una enorme deuda social en materia de transporte público, aunque si bien es cierto que ha habido avances significativos con programas como Metrobús o la creación de programas para movilidad individual como EcoBici.

Pero estas nuevas medidas del Hoy No Circula, también deben ser reforzadas a nivel social con programas que disminuyan los robos en transporte público y  aplicar medidas más severas a choferes que no den un trato digno a los pasajeros, entre otras muchas cuestiones. 

Porque podremos tener un aire puro y libre de contaminantes, pero correr un riesgo enorme arriba del transporte público por la insuficiencia y la mala calidad de su servicio…

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