Mensajes políticos para desmemoriados, elecciones 2015
Prepárese para un 2015 lleno de promesas de cambio, de
propuestas “innovadoras”, de plataformas “valientes”, de rostros maquillados,
sonrientes y elegantes; todo adornado por la eterna disputa entre el bien el
malo, los buenos contra los malos.
No, no se trata de las telenovelas o de los reality’s shows
muy queridos por los televidentes mexicanos. Hablamos de las ¡nuevas campañas
políticas para las elecciones del 2015!
Según el Instituto Nacional Electoral (INE), se tienen calculados
unos 15 millones de spots políticos donde los candidatos y partidos, literalmente
intentarán poner su mejor cara para convencer a los votantes.
Tan solo en el periodo de precampañas –del 10 de enero al 18
de febrero, solo 40 días- se verán 7 millones de spots, lo que tendrá un costo
de más menos 18 mil 600 millones de pesos.
Tanto para tan poco
Una cifra descomunal que hace platearse nuevamente la
pregunta si es necesario tanto para tan poco. Me refiero al poco contenido que
ofrecen estos spots, que están diseñados como si los votantes –y espero de
verdad que no sea así- fueran personas desmemoriadas, con poco nivel de
abstracción y un criterio político muy cortoplacista.
Ver a un presidente nacional del PAN decir que las cosas van
mal, que hay que castigar a los corruptos y que México puede cambiar porque
para eso están trabajando los de su partido, es como rebobinar los discursos de
la época –tan añorada para ellos- en donde tenían el poder y lo derrocharon en
discursos vacíos, campañas violentas y un despilfarro político monumental.
Pero peor aún, es como si en su memoria tuvieran una laguna
mental inmensa en donde todo lo que ahora prometen, fue precisamente lo que no
hicieron cuando tenían el poder ¿entonces para que les sirvió el poder?
O los spots del PRD en donde apelan a la “reflexión” con un
método socrático en donde se pretende hacer un análisis de la realidad del
país. La idea no es mala en sí misma, pero son ellos mismos los que han sido
cómplices de todo lo que ahora cuestionan.
Y si esto no es cierto, cuando dicen que nos faltan 22 mil
personas, ¿se acordarán que entre ellos van al menos 43 que están desaparecidos
gracias a un alcalde perredista corrupto, con nexos con el crimen organizado y
que ellos, los perredistas, no quisieron quitarlo del camino antes de que
asumiera el poder municipal?
Así sucede con los mensajes del PRI y de todos los demás
partidos, con un análisis de la realidad fragmentado, limitado y manipulado en
donde parece que no hay ni antes ni después. Antes de ellos todo es malo y la
culpa la tienen los otros, pero una vez que lleguen al poder, todo cambiará.
Promesas de campaña
Promesas baratas como la del marido que le dice a la amante
que se va a divorciar y a la esposa la luce como el amor de su vida ante la
sociedad. Así parecen estos mensajes políticos, en donde la figura de la amante
segundona es la sociedad a la que le prometen todo en época electoral, mientras
la esposa –en este caso los intereses personales de las eternas figuras leales
al sistema- siguen luciéndose en las cámaras, las curules y los puestos de
elección popular.
Nadie acepta responsabilidades, nadie es culpable de nada
pero eso sí, todos tienen la solución a todos los males. ¡Vota por mi partido y
te prometo cambios y una vida mejor! ¡Nosotros somos diferentes y no nos
parecemos a los demás “políticos! Frases de este tipo serán el mayor argumento
de los millones de spots que inundarán la tele, radio y medios impresos en esta
época electoral.
Y fuera la vida perfecta y color de rosa que prometen los
partidos y candidatos en sus spots, la realidad –cruel y despiadada- es que hay
situaciones tan graves en Guerrero por ejemplo, que las autoridades electorales
ya están pensado en tomar medidas extraordinarias ante las pocas garantías que
existen en ese estado, para llevar a cabo las elecciones a mediados de año.
Seguiremos pues con la pobreza en los mensajes, con “propuestas”
vacías e incluso, penuria ideológica de candidatos.
Para estas elecciones intermedias, los partidos políticos han apostado a la
desmemoria de la sociedad para sacar ventajas electorales… Actos de este tipo
se deberían de boicotear en las urnas con el famoso “voto de castigo”.