Investigadores mexicanos desarrollan nuevos tratamientos para obesidad e hipertensión arterial
En México los problemas de salud asociados a la obesidad, como la hipertensión, hipercolesterolemia
(trastorno que provoca elevados niveles de colesterol “malo” y triglicéridos), y
diabetes mellitus son patologías o enfermedades asociadas que reducen las
expectativas de vida; además de que tiene altos costos económicas y sociales.
En conjunto, se trata de problemas de salud que impactan el
desarrollo psicosocial de quienes los padecen y tienen fuertes consecuencias
económicas, tanto a nivel personal como laboral, además de traducirse en un
mayor gasto para el sector salud, indicó José Juan Escobar Chávez, titular del
Laboratorio de Sistemas Transdérmicos y Materiales Nanoestructurados de la
Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM.
El investigador y sus colaboradores –tesistas de
licenciatura y posgrado– diseñaron y formularon microagujas poliméricas
biodegradables a través de la piel, cargadas con un fármaco para el tratamiento
de dislipidemias (pravastatina sódica). Esta innovación será acoplada a un
parche transdérmico hipolipemiante, que se encuentra en fase de patentamiento.
Parches y microagujas
Los parches y microagujas diseñadas por los científicos
mexicanos, tienen un efecto rápido de liberación y una dosis de mantenimiento
del fármaco de hasta 30 días, lo que evita a los pacientes la toma de
multidosis.
En particular en adultos mayores que ingieren medicamentos
diferentes para controlar diversas afecciones como hipertensión, diabetes y
altos niveles de triglicéridos, entre otras, así como en personas que padecen
síndrome metabólico o que han sufrido un infarto.
La efectividad terapéutica y la caracterización
biofarmacéutica de los parches transdérmicos, fueron probadas en piel humana
del abdomen para determinar el flujo de la sustancia y en función de los
resultados de los estudios, se puede establecer el tamaño del parche, que permita
alcanzar las dosis terapéuticas equivalentes a las tabletas orales.
En ese sentido, se determinó que las dimensiones serían de
seis centímetros cuadrados, con un costo aproximado de 76 centavos por unidad.
Se colocan en zonas donde no haya vello excesivo para evitar problemas de
bioadhesión (antebrazos, región lumbar o abdomen).
Alternativas novedosas
En tanto, las microagujas generan microperforaciones de 0.1
milímetros o 0.5 milímetros, con la finalidad de que el proceso sea indoloro,
en particular para quienes sufren de fobia a las inyecciones.
De acuerdo con información de Jessica Martínez, “el uso de
microagujas poliméricas biodegradables cargadas con pravastatina sódica permite
alcanzar una liberación sistémica que generará una respuesta terapéutica. Ésta
es una nueva alternativa con numerosas ventajas con respecto a la
administración oral, entre ellas la comodidad para el paciente”.
En octubre pasado Jessica Martínez se tituló como licenciada
en farmacia con la tesis “Microagujas poliméricas biodegradables acopladas a un
parche transdérmico cargadas con un fármaco hipolipemiante para el tratamiento
de dislipidemias, como alternativa novedosa a la vía oral”.
Por este trabajo
recibió el Premio Jóvenes Innovadores e Investigadores Estado de México 2014,
otorgado por el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología, en la categoría de
Farmacéutica.
Parche para tratar
hipertensión arterial
La hipertensión arterial (HTA) es uno de los principales
factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y
falla renal, causas importantes de mortalidad en el país. Según la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición 2012, entre 2000 y 2006 la prevalencia de HTA se
incrementó 19.7 por ciento, hasta afectar a uno de cada tres adultos mexicanos.
Al respecto, Escobar Chávez resaltó que en el laboratorio
que encabeza buscan nuevos métodos para el tratamiento de enfermedades
relacionadas con el síndrome metabólico (hipertensión, diabetes, obesidad,
triglicéridos y colesterol elevados), pues éstas conducen a un importante
número de decesos.
“Las cifras que presenta el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía muestran que es una patología que se ha incrementado y
que seguirá esa tendencia en los próximos 20 años por el estilo de vida de los
mexicanos, vinculado al estrés y a las condiciones socioeconómicas”.
Ante esa situación, los universitarios han desarrollado otra
línea de investigación para el control de la HTA, mediante el desarrollo de un
parche cargado con un antihipertensivo (losartán potásico), que fue acoplado a
una fuente eléctrica débil (iontoforesis) para “empujar” el medicamento a
través de la piel.
La iontoforesis es la capacidad de introducir iones
fisiológicamente activos a través de la epidermis y mucosas, labor que se
facilita por una corriente o carga eléctrica. El objetivo es el envío de
concentraciones terapéuticas de un fármaco a una superficie limitada, con una
exposición mínima del resto del organismo a dicha sustancia.
“Ya contamos con la caracterización fisicoquímica y
biofarmacéutica, faltaría determinar el diseño del dispositivo, sus
dimensiones, así como realizar un estudio de mercado para establecer su costo”,
bundó.
Para trabajar en el diseño, los universitarios recurrirán a
ingenieros electrónicos que se encargarán de generar una pequeña fuente de
poder con dos electrodos (ánodo y cátodo) adheridos al parche para su
funcionamiento mediante pulsaciones eléctricas y a partir de éstas liberar el
fármaco.
Su uso sería por un tiempo determinado menor a ocho horas,
después de ese lapso se apagaría para retirarlo hasta una nueva aplicación.
Estas formas de suministrar medicamentos responden a la necesidad de generar
sistemas más cómodos para los pacientes y evitar, en cierta medida, el efecto
de primer paso hepático, además de eludir olvidos recurrentes en las tomas, lo
que podría originar infartos debido a los niveles de colesterol altos, aunados
a problemas de hipertensión y obesidad.
Optar por un sistema transdérmico permite el paso del
fármaco a través del estrato córneo y que éste realice su efecto farmacológico,
lo que contribuye a que los pacientes puedan desarrollarse mejor a nivel personal
y laboral, concluyó el académico.